No sabéis que ganas tenia de escribir de nuevo desde hace unos días tiro de entradas programadas ya que no tengo casi nada de tiempo. Durante estos días eche algún ojo a alguna vieja revista y me tope con algo de interés en el Nº54 de la revista Computer Gaming World de Mayo del año 2000, en ella se puede encontrar en primera pagina esta nota de editorial, escrita por el director Jose Emilio Barbero, la cual paso a transcribir fielmente ahora mismo.
Desinforma, que algo queda
Ha vuelto a ocurrir. Otra vez el triste suceso -el macabro asesinato por parte de un adolescente murciano de sus padres y su hermana- ha llevado a los videojuegos al mismísimo ojo del huracán. Y todo por una noticia divulgada por la mayoría de medios de los medios informativos de nuestro país, en la que se afirma que el chaval había cometido los crímenes basándose en un "violento" juego de rol, el archiconocido como Final Fantasy VIII, de cuyo protagonista incluso había copiado la imagen.
De poco sirvió que al día siguiente de publicarse la noticia diferentes expertos concluyesen que el suceso nada tenia que ver con el hecho que el chaval fuera un fan del juego, ni siquiera que el propio chico desmintiese la relación del juego con los crímenes: la espiral que se había generado para demostrarle a la opinión pública los peligros de los videojuegos estaba en pleno apogeo, y poco interés había por parte de los medios informativos por detenerla (¿como renunciar a ese componente morboso del tema que siempre puede proporcionar un poquito más de audiencia?). Su lema parece claro: no dejes que la realidad te estropee una buena noticia.
Lo que vino después es fácil de imaginar, y que muchos de vosotros habéis tenido oportunidad de asistir en vivo y en directo al lamentable espectáculo: un autentico linchamiento del sector del videojuego, en el que, como casi, siempre ha brillado por su ausencia el informativo en virtud de otros valores al parecer en alza: la desinformación, el morbo, la hipocresía...
Tal vez más preocupante de todo es con diferencia la desinformación, pues la pregunta que me ronda la cabeza desde que comenzó esta pesadilla es evidente: si uno, desde su experiencia en el mundo del videojuego tiene claro que la mayor parte del contenido que los medios informativos han dedicado a este asunto era como poco inexacto, ¿no cabría preguntarse si la información que nos dan acerca temas de mayor relevancia es igual de poco rigurosa? y tendenciosa?.
Lo de la hipocresía es también evidente, y lo digo por que realmente tiene mucha gracia que las mismas cadenas televisivas que programan series manga a tutiplén para los más pequeños de la casa -y conste que no me quiero ponerme en la posición de quienes pretenden prohibirlas- o se hinchan a programar películas hiper-violentas en horarios de prime-time, vengan luego a rasgarse las vestiduras sobre ciertos temas.
Llama realmente la atención sobre este lamentable caso acaecido en Murcia que los medios hayan prestado tanta atención al hecho de que el chaval jugase al Final Fantasy VIII y tan poca a que poseyese libros de temática satánica, o lo mas curioso, una espada japonesa -regalada por su propio padre- que, por lo visto, debe ser un "juguetito" inofensivo comprado con los dañinos juegos.
Puede que muchos en estos momentos os preguntes, ¿a que narices viene esto ahora? y la razón tenéis ya que han pasado 11 años, y la opinión que todos tenemos de ese tema no se aparta mucho de lo escrito en esas lineas, pero no esta de menos recordar que no todo fueron ataques discriminados contra los juegos y el rol y las revistas hacían un llamamiento a la cordura de la forma que podían, tenemos que recordar que aunque los tiempos sean oscuros para cualquier hobby, siempre nos tendremos los unos a los otros.
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