Vi un muro y no estaba en Poniente: el Codex - Ojo del Terror
El Codex: Ojo del Terror fue publicado en 2003 para acompañar y servir de referencia para la campaña mundial que Games Workshop desarrolló el verano de ese año. Durante las cincuenta y dos páginas que componen el Codex se trataban los primeros pasos de la 13ª Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador, el golpe definitivo a las defensas del Imperio en la Puerta de Cadia y todos los sistemas que circundan el Ojo del Terror.
La primera sección trata sobre el trasfondo puro y duro. Las páginas dos a dieciséis son información y antecedentes. Aquí, una vez más, se describe la batalla entre Horus y el Emperador, junto con los resultados para la historia imperial. Sin embargo, también tenemos detalles sobre Abaddon el Saqueador y sus "Cruzadas Negras", los ataques al Imperio que tienden a ser. También se incluyen pinceladas de Cadia, las Guerras Góticas (véase Battlefleet Gothic) y las razones de la participación de Ulthwé en esta guerra. Esta sección acaba con una lista de fuerzas imperiales involucradas en este conflicto. Con todo, esta sección estaba bien escrita e bastante interesante si se es un erudito de la historia imperial. De las causas, nada era esencial para jugar, y para los detalles estaban los artículos coincidentes en la revista White Dwarf, mas para la mayoría de los jugadores esto era más que suficiente.
La segunda sección trata sobre la pintura de miniaturas y un addendo a la primera sección. Las páginas 17 a 32 son a todo color y básicamente muestran las minis y ejércitos para la campaña de verano. También se incluyen algunos consejos y sugerencias para pintar y modelar, así como un mapa del Ojo del Terror y de los sistemas circundantes. Esta sección es muy ilustrativa, amén de útil, pero en general diría que es la sección menos rentable del libro.
La tercera sección es la de Listas de Ejércitos. Esta sección está compuesta de cuatro listas de ejército diseñadas para el Ojo del Terror. Cada una de estas listas requería de otro Codex para usarse en condiciones, lo cual les restaba gran parte de utilidad. Los aludidos eran la 13ª Gran Compañía de los Lobos Espaciales, las Tropas de Choque de Cadia, los Perdidos y Condenados del Caos y las fuerzas del Ulthwé.
Este Codex fue más que valioso para los jugadores de la campaña de verano. Pero, ¿aparte de eso? Bueno, eso depende. ¿Comparado con el Codex: Armageddon? Muy bueno en cuanto a calidad y diseño. Armageddon era uno de esos libros delgados y mal presentados, carente de todo valor. Como valor para el juego, bueno, los jugadores del Caos y Guardia Imperial fueron los beneficiados, pues todo lo demás pareció haber desaparecido.
Un intento de resumen de la trama
Al acercarse el final del M41, las primeras señales de que la largo tiempo temida Decimotercera Cruzada Negra de Abaddon el Saqueador era inminente aparecieron en forma de numerosos avistamientos de pecios espaciales emergiendo de la Disformidad alrededor del sector Cadia. Después llegaron la Flota de Plaga de Typhus y la Maldición de los Descreídos, los cuales se extendieron irremediablemente por varios mundos imperiales de los sectores de Belis Corona y Agripinaa. En el Tramo de Malin y en Lelithar, el gobierno imperial se disolvió con el avance de la plaga, puesto que las autoridades no fueron capaces de contener a zelotes enloquecidos y vociferantes demagogos que arengaban a las masas, las enfurecían y las incitaban a cometer actos de vandalismo, destrucción y automutilación. Estos hechos y otros muchos más hicieron que los signos fuesen inconfundibles; todo señalaba que iba a suceder una calamidad de terribles consecuencias.
Tras toda una serie de batallas espaciales por lograr la supremacía de los sistemas circundantes al Ojo, Abaddon inició el asalto a Cadia. Su invasión comenzó con un duro bombardeo orbital, tan poderoso que atemorizó incluso a las duras Tropas de Choque de Cadia. Con el bombardeo vinieron legiones de Marines Espaciales del Caos, Perdidos y Condenados, Demonios y Titanes del Caos, que inundaron el mundo fortaleza en números nunca vistos. Los ejércitos cadianos lucharon valiente y testarudamente, y fueron apoyados por la legendaria 13ª Compañía de los Lobos Espaciales. El Imperio recibió ayuda inesperada de los xenos. Los Eldars del Mundo Astronave de Ulthwé aparecieron para luchar contra el Caos, dirigidos por el Vidente Eldrad Ulthran en persona. En otro lugar, ejércitos Necrones aparecieron en casi todos los frentes del sistema Thracian Primaris del sector Scarus, atacando sólo a las fuerzas del Caos. No obstante no toda la actividad xenos fue beneficiosa, pues los Eldars Oscuros sacaron provecho de la anarquía y asaltaron los mundos del sector Cadia, tomando esclavos hasta del mundo natal de los Manos de Hierro, Medusa.
El conflicto ganó en intensidad a cada segundo que pasaba, con ambos bandos lanzando todo lo que tenían en su haber: flotas, tropas, demonios, fe. En los últimos momentos del M41, Cadia aún permanecía en manos imperiales. Sin embargo, el planeta estaba solo y bajo asedio de grandes ejércitos del Caos, sus lunas reducidas a desiertos yermos y las líneas defensivas destrozadas. El Alto Mando de Cadia se vio obligado a trasladarse al otro extremo del planeta mientras las fuerzas imperiales tomaban posiciones en torno a Kasr Gallan, esperando el ataque final de las Fuerzas del Caos. La Armada Imperial buscó rectificar todos los reveses manteniendo puentes espaciales en torno a la Puerta de Cadia, en acciones que hicieron al Almirante Quarren ser vitoreado como un héroe.
Hasta aquí el relato que nos narran en el Codex, mas en la campaña mundial se escribió el epílogo de esta no-historia. Al término de la campaña, Cadia aún resistía, pero en solitario, como una baliza que se apaga lanzando sus últimos destellos en la creciente oscuridad de la noche. La guerra se había extendido prácticamente a la totalidad de Segmentum Obscurus y el Imperio debía resistir o morir. Abaddon el Saqueador logró lo que supuestamente no había podido conseguir las doce ocasiones anteriores en un período de más de diez mil años: una brecha en la Puerta de Cadia hacia el corazón del Imperio del Hombre.
No puedes atravesar el muro del tiempo
Este resumen muy muy liviano de un hecho tan trascendental es el gancho que utilizo para plantear lo que sucedió como consecuencia de este Codex, la campaña mundial y hasta el advenimiento de la 6ª Edición; un horizonte de sucesos. El horizonte de sucesos es la hipersuperficie frontera del espacio-tiempo, tal que los eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador situado al otro lado. En nuestro caso, dicho horizonte se estableció en el 999.M41. Toda la literatura desde 2003 a 2012 que no fuese la Herejía de Horus, todas las novelas, codexes de las ediciones 3ª, 4ª y 5ª, relatos cortos, sus tramas y subtramas tenían como parada o final de línea esa fecha, sin importar las consecuencias. Nadie podía saber qué ocurría en el 001.M42 porque nadie podía llegar hasta ese punto, ni podía continuar la historia de forma independiente; todos a una como en Fuenteovejuna. Lo más que se podía, por parte de los novelistas y autores, era añadir números a la izquierda del 999, arañando minutos, segundos, décimas de segundo a las tramas o trasladarlas muchos años antes del 999 para así tener el espacio necesario.
Y llegamos a 2012, año de la llegada de la 6ª Edición. ¿Qué ocurrió y qué relevancia tuvo para Cadia?
¿Por qué esto ya lo he visto antes? El reinicio desde 6ª Edición
Mientras que una reacción química se puede reproducir muchas veces en laboratorio, la batalla de Waterloo ocurrió solo una vez. Por este motivo hay leyes matemáticas que describen la física o la química, pero no la historia… excepto en Warhammer 40,000. En 2012 asistimos al nacimiento de su 6ª Edición y con ella a un hecho sin precedentes en sus décadas de edad: la historia fue rebobinada. Desde 2012 la 13ª Cruzada Negra nunca ocurrió, ni siquiera había asomado la patita. Todos los personajes que ascendieron a la gloria o murieron en el barro resucitaron o fueron reposicionados a su lugar previo. Toda la nueva historia canónica anterior al 999 fue purgada de referencias a este año, trasladando el horizonte de sucesos al 998.M41. La sorpresa fue total, ¿o no?
En 2004 Warhammer Fantasy tuvo su propia campaña mundial, semejante a la del Ojo del Terror y con su Codex al uso: Tormenta del Caos. En ella Archaón, Señor del Fin de los Tiempos, invadía las tierras del Imperio con el fin de destruir todo el Viejo Mundo. La batalla fue global, abarcando desde imperiales hasta a los Elfos Oscuros, Altos Elfos, Condes Vampiro, Enanos, Bretonia... Todo el mundo participó en esa "guerra mundial". Al final Archaón ganó al campeón de los buenos, Valten, pero fue vapuleado en el último segundo por el Orco Grimgor, todo ello en una única batalla a las puertas de Middelheim. Como ocurriera en la campaña del Ojo del Terror, todo acaba en empate técnico. Cuando llegó su 7ª Edición, los libros eran, irónicamente, un caos de referencias pues en algunos las tropas se encaminaban a la lucha y en otros la guerra ya había concluido. En resumidas cuentas: pasó todo lo que debía pasar para que no pasase nada. La indignación de los jugadores fue mayúscula, pero llegó la 7ª Edición y todos aceptaron el nuevo paradigma hasta el verdadero Fin de los Tiempos.
Así pues, la no-tan-sorpresa de la 6ª Edición de 40K fue inesperada, pero no carente de precedentes. Desde 2012 a finales de 2016 Games Workshop rehízo el camino desde el 998.M41 al 999 añadiendo cuanto trasfondo y miniaturas pudo, sin importar su coherencia interna pero aprendiendo de algunos de los errores de la Tormenta del Caos. 6ª dio paso a 7ª, rascando más y más números al XXXXXXXX998.M41. Empezamos a ver a Abaddon asomar su coleta en suplementos como Traitor’s Hate y Angel’s Blade. En ellos, el sistema Diamor es el escenario del prólogo de la 13ª Cruzada Negra, cuyos protagonistas son Khârn y los Ángeles Sangrientos. Los imperiales salen victoriosos, pero los caóticos escapan con sus fuerzas casi intactas; un pequeño horizonte de sucesos. El punto de ruptura se produjo con los suplementos Warzone: Fenris y Wrath of Magnus. Aquí vemos un avance de la anterior trama aunque en un lugar distinto, cerrando el prólogo de la 13ª C.N. Los Wulfen quedan revelados ante el Imperio, Magnus se cobra venganza de los Lobos Espaciales y un planeta estalla para que otro aparezca. Parecía que por fin veríamos qué ocurría con Cadia. Y llegamos a Gathering Storm: Fall of Cadia.
Abaddon no era tan tonto: Cadia y el paradigma han caído.
Sinopsis oficial
Durante diez mil años, Cadia ha afrontado con firmeza el embate de los horrores que escupía el Ojo del Terror. No hay registros de cuántas almas valientes han caído defendiendo los mundos fortaleza de la Puerta de Cadia, pero su sacrificio contuvo la oleada de horror. Sin embargo, no hay sacrificio suficiente para detener lo que se aproxima.
Abaddon ha desatado el poderío al completo de su Decimotercera Cruzada Negra y poca esperanza queda. En Cadia, Ursarkar Creed y las diversas fuerzas imperiales organizan una defensa desesperada, y pronto reciben la ayuda de aliados tan poderosos como extraños. Su llegada desencadena una serie de sucesos que cambiarán para siempre las cosas: los pilones caerán, volverá a abrirse el Ojo y estallará la tormenta.
Lo menos malo
Comencemos con un aspecto que mejora y bastante: el relleno. No porque no haya, sino porque hay mucho menos en comparación con obras anteriores. Sigue habiendo saltos de páginas por culpa de ilustraciones a toda página o de gran tamaño, pero se han dejado de lado para dar más espacio a la narración escrita y complementarla en lugar de abrumarla. Esto no es Warzone: Fenris, donde la trama va a saltos y los eventos fueron pobremente planeados.
Aquí tenemos mayor sensación de un arco narrativo directo, con más giros y sorpresas de las que se esperarían de una campaña con una estructura casi mecánica de tres actos, tal y como vimos en Traitor’s Hate, Angel’s Blade, Warzone: Fenris y Wrath of Magnus. En estos la trama era tan previsible que adivinabas los giros de la historia mucho antes de que sucedieran. Como tal, ayuda a esquivar muchos de los problemas inherentes de estos libros, pero no deja de ser lo de siempre. Incluso con el anuncio de que Cadia caerá, los escritores manejan el tema lo suficientemente bien como para mantenerte adivinando cuándo, dónde y cómo va a suceder. Hasta puede que te preguntes, una vez acabado el libro, "¿y ahora qué?"
Otro factor que vale la pena mencionar es que, a pesar del gran número de personajes involucrados, Fall of Cadia equilibra mejor la importancia de personajes y ejércitos que sus precedentes. Por desgracia, esto significa un secuestro de la trama, con la consiguiente porción sustancial de la historia, centrada más en los héroes que las tropas. Dicho esto, hay mucha más información para ayudarte a situarte en el esquema general de la galaxia. Toda la sección introductoria se centra mucho más en Cadia que en cualquier personaje individual, e incluso cuando se menciona a Creed es sólo para reflejar las medidas que está ejecutando para defender el planeta. De hecho, grandes trozos del libro hacen una pausa para echar un vistazo a los ejércitos secundarios de la historia o áreas que de otra manera parecería como si no existieran. No os engañéis; al incluirlos, el libro evita el problema de la visión de túnel que afectó a los libros anteriores, convirtiendo las campañas en historias enfocadas en unos pocos individuos clave. Honestamente, podría no ser mucho, pero es un recordatorio de que estos son ejércitos con una larga historia detrás de ellos en lugar de mero relleno para los protagonistas. Incluso cuando son utilizados como paja se les da suficiente dignidad como para dar batalla antes de caer, como cuando Urkanthos se vuelve un toro y atraviesa las líneas cadianas.
Gran parte del foco en este libro se planta sobre el Imperio, pero curiosamente funciona. Ayuda a que el final deje muy claro que se trata de una batalla que está lejos de terminar, y combinado con suficientes momentos donde el Caos es impresionante cumple para definir esto como el primer capítulo de la saga. Al centrarse en el lado perdedor y darles suficientes momentos para brillar, elude los viejos problemas que tienden a provocar un sentimiento amargo. Nadie se siente como si estuvieran perdiendo, e incluso cuando el Imperio se bate en retirada hay suficientes momentos para mostrar que siguen luchando.
Quizás lo más notable es cómo se tejen los protagonistas y la historia. Los precedentes han fracasado al tratar de equilibrar los pequeños recuadros escritos a modo de relatos y la trama general. Pareciera como si un escritor tuviese una cuota que llenar, agregando tantos como pudiera por libro en lugar de denotar un plan. En Fall of Cadia muchos han sido colocados una y otra vez de forma más inteligente, coincidiendo o ampliando ciertos eventos. Mientras que la historia principal te dirá lo esencial y proporcionará los suficientes detalles como para que te conformes, los huecos dedicados a los protagonistas añaden más contexto a ciertas escenas. Por ejemplo, el final nos muestra una batalla entre la Espíritu Vengativo y un Arca Mechanicus y se centra en ella. Podría parecer como si simplemente se debiera a la búsqueda constante del enemigo de los restos de los defensores, pero un texto lateral proporciona más contexto.
Además de los momentos estelares de la Caída de Cadia, otros segmentos optan por arrojar luz sobre las batallas en curso de otra manera. Por primera vez en mucho tiempo tenemos algunos documentos propios del universo que aparezcan en estos libros, los cuales figuran en columnas laterales mientras Cadia pide refuerzos desesperadamente. Usarlos es algo bello y algo reconfortante, pero su información es mínima.
Para terminar, mencionaré el no-mal-tino de cómo el libro comienza a trabajar con algunas viejas ideas. Después de haber intentado y fallado en mantenernos interesados con un enlace directo de una historia a la siguiente, los escritores optaron por ofrecer múltiples pistas e hilos para posibles tramas. Por desgracia, hay muchos problemas y muy definidos que convierten su lectura en un viaje por el tormento, a pesar de sus esfuerzos.
Lo malo
Vaya por delante que nadie con un cierto bagaje con GW y sus publicaciones esperaba que Fall of Cadia fuese lo suficientemente grande como para cubrir toda la guerra que rodea a Cadia. El conflicto en la misma Cadia es demasiado vasto para ser reflejado en una sola entrega, e incluso en esta no sería capaz de cubrir a todos los ejércitos involucrados. Pues bien, eso es precisamente lo que nos encontramos y a pesar de los esfuerzos de los escritores no alberga ese tipo de cohesión narrativa que se pudiera esperar.
El problema más obvio es el hecho de que no está mostrando toda la guerra. En lugar de representar la lucha de principio a fin, Fall of Cadia salta directamente a los últimos días del conflicto, con Cadia ya en ruinas y la mayor parte de su flota hecha pedazos. A primera vista esto es un atraco al lector, privado de una serie de batallas apocalípticas que hubieran cincelado en mármol los nombres de sus héroes en ambos bandos. Esta sensación empeora cuando el libro te deja a las claras que esperabas dicho salto, justificado con una explicación extremadamente breve. El remate lo tenemos cuando buena parte de dicha explicación se basa en la familiaridad del lector con Cadia, el Ojo del Terror y este gran evento, para después saltar a la acción. Por sí solo esto podría ser perdonable, pero Fall of Cadia no tarda en tropezar con los siguientes dos grandes problemas; cuando el libro trata de establecer simultáneamente un indicio vago de plan cósmico incompleto por parte del Emperador y atar una historia más bien absurda.
El primero tiene como protagonista a Santa Celestine, la cual es escrita muy vagamente y parece sugerir que es parte de EL PLAN del Emperador. Esto sale de la nada, y si bien podría haber funcionado si el libro se hubiese molestado en explicar algo, lo que nos queda es un montón de respuestas y pistas increíblemente vagas e irritantes. Un problema de este tipo de sólo tiende a solucionarse si hay más de una respuesta definitiva a medida que avanzas. Este va de la mano con el problema de volver a escribir lo poco que había sobre Celestine y tratarla como un personaje completamente nuevo. Una cuestión que sólo empeora a medida que avanza la batalla.
El segundo, y mucho más sangrante, es la inclusión de la Phalanx. Sí, los Puños Imperiales aparecen. No es una mala idea en general, y es cierto que dejar caer un arsenal colosal de armas contra la flota de Abaddon pudiera servir para disuadirle. Sin embargo, esto es el principio. En realidad se encontraban viajando fuera de control, luchando contra un montón de demonios dentro de la nave. Parece que Fall of Cadia necesitaba dignificar los hijos de Rogal Dorn. En lugar de una sub-trama coherente, con una explicación lógica, lo que tenemos es una relación de hechos muy apresurada de cómo llegaron los Demonios a la nave antes de que fueran repelidos por la Legión de los Condenados. Después, la Phalanx llega a Cadia, terminando su breve paseo por la Disformidad.
Por increíble que parezca, es sólo el primero de lo que probablemente serán no pocas grandes soluciones a las tramas de los libros por venir, incrustados para que la historia pueda avanzar. Aunque la Phalanx tiene un par de momentos algo útiles dentro de la batalla por Cadia, los Puños Imperiales se limitan a morir, sacrificando a toda una Compañía que acababa de reconstruir sus fuerzas para que otros personajes puedan tener sus momentos de gloria. La historia ni siquiera arroja algo que pueda tener sentido, como justificar la presencia de Lysander dado que fue visto por última vez atacando fortalezas del Caos en las cercanías del Ojo.
Y así el lector recorrerá el libro, observando mini-tramas inconsistentes, donde ciertas cosas están metidas con calzador simplemente para resolver todas las preguntas tan rápido como es humanamente posible. Tomemos como ejemplo la vieja amenaza de las Fortalezas Negras, las gigantescas Estrellas de la Muerte de Warhammer 40,000 y que son capaces arrasar planetas. Su captura fue el meollo de la anterior Cruzada Negra, y algo tenía que hacerse para contrarrestar el argumento de por qué no se bombardea Cadia y ya está. La respuesta: los pilones necrones, combinados con alguna imprecisa técnica imperial, pueden usarse para bloquear sus cañones principales. Es concisa, simple y resuelve el gran problema, pero en ese momento la historia se limita a seguir adelante. En cierto momento de esa sub-trama un pilón resulta dañado, lo que parece permitir que dicho armamento principal pueda ser utilizado, pero una raza de entrometidos xenos aparece rápidamente y lo resuelve antes de salir de nuevo. Sí, el libro pudo tener un momento para el drama, pero lo sacó del escenario y lo golpeó hasta la muerte.
En otras ocasiones, ciertos sucesos secundarios aparecen en sucesión sin mucho razonamiento. Es entonces cuando se le empiezan a ver las lagunas al guión, donde las cosas deben ser apresuradas y el tiempo y el espacio deformados por el bien de la trama. Tomemos por ejemplo la participación de Trazyn el Infinito, el cual decide aliarse con el Imperio por conveniencia. Por más que sea un ser de metal, el Caos es la amenaza más grande y necesita ser derrotado, por lo que decide hablar con el Archimagos Belisarius Cawl acerca de usar los pilones como armas contra el Ojo del Terror.
Cuando los pilones son activados y disparados contra el Ojo, el resultado es similar al de quitar la tapa de una bañera de Disformidad. El hecho sucede a tanta velocidad que lo verosímil se convierte en hilarante; el Ojo del Terror comienza a encogerse años luz por segundo. Ni siquiera es una disipación gradual, y cada ser en Cadia o en su órbita puede captarlo al instante. ¿Qué pasa entonces? Que de repente Abaddon sabe exactamente dónde está Cawl, y aparece para detenerlo. ¿Cómo lo sabe? Ni idea. A continuación el último pilón es destruido, lo que significa que el sumidero es sellado y la Disformidad desborda la bañera, permitiendo que el Ojo engulla el planeta.
Si esto hubiese sido escrito en una novela probablemente habría funcionado, y las descripciones dan un cierto peso serio a las acciones de los personajes, pero la compresión lo hace absurdo. De nuevo vemos que en varios puntos este tipo de cosas simplemente suceden porque así lo exige la trama, ignorando reglas del universo o la causalidad narrativa para agilizar las cosas.
Sin embargo, hay un fracaso de tal calado que destaca por encima de todos. Uno que introduce un agujero en la trama especialmente grande y que te deja preguntarse por qué nadie lo arregló: Abaddon el Saqueador. Él baja a Cadia varias veces a lo largo de este libro y desata un infierno contra cualquier persona que viene a su encuentro. El problema es que sus apariciones carecen del cerebro mostrado en La Garra de Horus.
Para empezar, alguien ha cambiado las cosas por lo que sólo tiene que volar unos pilones en Cadia para dar paso a sus planes generales de conquista, en lugar de utilizar el planeta como una puesta en escena. Por qué hace esto no está del todo claro, y sus planes para que el Ojo del Terror abarque incluso a Terra mediante la estrategia del Camino Carmesí chocan tanto con el objetivo como con la necesidad de que Cadia mantenga un corredor con Terra. Aun aceptando eso, Fall of Cadia nunca se molesta en explorar por completo por qué necesita aterrizar en Cadia y destruir a las fuerzas del Imperio, que en general quedan masacradas tanto en órbita como en tierra.
Entonces, ¿por qué no se limita a dejar las cosas en Cadia en manos de unos cuantos lugartenientes de confianza y enviar al resto de sus fuerzas hasta Terra de manera efectiva y sin oposición? No hay respuesta. ¿Por qué no enviar las Fortalezas Negras lejos de Cadia (donde son inútiles) y hacia Terra (donde realmente pueden hacer daño) respaldadas por gran parte sustancial de su flota? Ni se ha considerado. ¿Qué me decís de la opción de lanzar una nave de guerra directamente contra el planeta y usar la explosión para deshacerse de los pilones? Lo creáis o no, Abaddon hace esto en el último segundo, cuando está sobre sus ruinas.
Sólo nos queda una respuesta legítima a las anteriores preguntas: porque si no, no habría campaña. No es la peor razón en el mundo, pero necesita ser respaldada por unos cuantos contrapuntos. Incluso si no va a utilizarlos, una declaración general de por qué Abaddon sigue aquí en lugar de avanzar vendría bien. Un solo párrafo bien pensado y tienes tu campaña sin agujeros en la trama. No hay ningún argumento que justifique que el Caos se quede allí más allás de los objetivos de Abaddon.
Conclusiones
Gathering Storm I: Fall of Cadia es el principio de una nueva campaña, quizás de un No-pero-Sí-Fin de los Tiempos, y como tal tendrá todo su mérito o demérito cuando esté terminada, pero el primer capítulo es decepcionante y, a título personal, no creo que merezca la pena su compra. La relación calidad/precio es nefasta y su única utilidad es para los jugadores, a los cuales ofrece reglas para nuevas figuras y poco más.
El siguiente episodio es Gathering Storm II: Fracture of Biel-Tan, a lo que pienso: pobres Eldars/Aeldari, la que les espera…
Gran entrada!
ResponderEliminarA ver qué deparan esos Eldar con la aparición al fin de ese avatar de Ynnead...
Planteaís mal lo de Fall of Cadia. Sigue la decimotercera cruzada negra que vimos. No es que el libro ya te cuente los últimos días de Cadia ... es el segundo asalto de aquella campaña
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo es una continuación de la campaña de 2003, puesto que tanto ella como todo el trasfondo que avanzó a su estela fueron purgado con la 6ª Edición. Échale un repaso al artículo y verás que es asi :)
EliminarMe gusta como lo analizais y vuestra forma de verlo y sin embargo estoy en total desacuerdo. Desde mi punto de vista encaja a la perfeccion lo que ya vimos en 2003, es una buena continuacion, aunque si es verdad que peca de Deus ex machina.
ResponderEliminarUn saludo y gran trabajo.
No es una continuación de la campaña de 2003 sino una reedición, y la cantidad de Deus ex machina es tal que prefiero oler mis zapatillas de correr que a releer el libro XD
EliminarEl trasfondo fue purgado, pero lo que comentaron en el canal de twitch oficial de games workshop sobre lo que relata la caída de cadia, y para el que no conociera los hechos anteriores se sitúa en lo que ocurrido en el codex eye of terror, donde solo se tiene que tomar como referencia lo que ocurre en cadia y que la lectura seria la continuación (dándose sus licencias para encastrarlo) tras lo relatado en el apartado "betrayal on cadia" (Traicion de cadia) tras el primer levantamiento, pero antes de lo que ocurre en "the calm before storm" (la calma despues de la tormenta).
ResponderEliminarVamos que tiraron a la basura lo ocurrido en esa campaña, pero recuperan parte de ella para darle situar la nueva campaña como una continuacion a partir de...
Han sido un tanto ratas, por que no les costaba mucho poner las 2-3 paginas que sitúan y relatan hasta esa parte de lo ocurrido en cadia en el codex eye of terror y no esperar que la gente lo haya leido y encima que demos por hecho que tenemos que adivinar el punto de lo relato desde el cual con bastantes licencias han decidido darle continuación y obviar el resto de lo que se escribió.
En esto estoy más de acuerdo. Han cortado un pezado y encastrado esta segunda parte. Pero continua esa campaña. El libro de fall of cadia es 90 % transfondo, a ver que nos traera el segundo. Ya hemos visto nuevas minis eldars y formaciones.
EliminarHoy lo han presentado en su canal de twitch básicamente lo mismo unas 90 paginas de trasfondo que narra lo que pasa desde que el eldrad ulthran intenta despertar al dios de la muerte creo que durante el suplemento aquel de los arlequines y la deathwatch, para termina en la misma escena de reunión del final de caida de cadia. Han dado muchísimos datos de la historia, pero no quiero hacer spoiler. En su dia ya comentaron también por vídeo que la serie gathering storm prepararía la historia de las diferentes facciones hasta un nexo común y que a partir de allí continuaría la trama con mas campañas que avanzarían paulatinamente el trasfondo.
EliminarMuy buenas y genial entrada. Es un gran punto el como has desgranado la estructura de la trama y coincido casi de pleno en tus conclusiones (que yo pillé el libro porque sale el Caos y tengo problemas con eso). La trama adolece de esos fallos y más.
ResponderEliminarEl epítome es el libro del Odio del Traidor (Traitor's hate) donde diversas subtramas van a la carrera hacia un punto convergente que no lleva a ningún lado. De no ser por la actualización de los codex a los que van asociados, ya nadie recordaría ni Traitor's Hate ni el Angel's blade...
Son historias huecas. He visto más profundidad en un parrafito en un codex de 3ª que en un libro de campaña de más de 100 páginas, fíjate tú.
Saludos desde Profanus40k!
En esta mal plantado asunto de pilones necrones. El simple hecho puerta cadia única ruta segura de salir del ojo del terror, ningún bando se planteo dilema Encrucijada si destruye pilones es casi imposibles salir del ojo terror por otro lado eliminas destruyo del terror podrías excandecer mas.
ResponderEliminarMenos objetivo final expander el ojo de terror por toda la galaxias.
que paso con el sistema fenris en la 13a cruzada negra fue tomado por el caos o no?
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