Como hoy tengo ganas de hablar de algo un poco diferente a lo de siempre, voy a contaros un poco de mi historia como jugador de Magic, y como me aficione a jugar con clérigos.
Aunque tuve algún que otro pequeño roce con magia, al igual que les paso a muchos aficionados, no lo conocí de verdad hasta que me lo enseño un amigo, me contó un poco de que iba el tema, y en aquel momento decidí que yo quería jugar con Negro Blanco, pero la capacidad de conseguir cartas en mi pueblo en aquellos momentos me obligo a dejar de lado este juego.
Pasaron los años y tras el boom de Warhammer, reapareció Magic de forma mucho más activa (jugadores siempre habían ávido) en el pueblo donde vivía pegando muy fuerte con la edición Mirrodin, estocen gracias a otros amigos pude conocer con más profundidad el juego y su mecánica de juego, también me desaconsejaron un poco la combinación de colores que había elegido, ya que las mecánicas básicas de juego eran demasiado diferentes y no se combinaban del todo bien al haber pocas cartas con ese fin, pero como en ocasiones soy una persona cabezota y que no suele jugar a estas cosas de forma competitiva, preferí continuar con lo mio, pero no tenia muy claro de como debía que seguir.
No tarde en recibir otro consejo que me soluciono ese problema, me recomendaron que me mirara de jugar con clérigos, un tipo de criatura que aparecía en los dos colores, incluso podían ser cartas interesantes por poco coste de mana, ya que por regla general tenían algún tipo de habilidad, por inútil que fuera, pero tenían la pega de no ter una pegada exagerada y salían relativamente pocas cartas de ese tipo por edición, así que la creación de un mazo podía ser algo lento, algo que realmente lo fue.
Como la temática de criaturas artefacto no me atraía demasiado, decidí esperarme un buen tiempo, y realmente empece a interesarme con la aparición de Rávnica, en la que esperaba encontrar algo de mi combinación por la temática de la edición, pero no empezaron la edición con la combinación de colores que yo deseaba, y las cartas que salieron (en toda la edición) no me fueron tan útiles como creía, pero me lo pase bien con esa edición.
Finalmente mi pequeño problema clerical, se soluciono cuando pude realizar unos cambios provechosos con un jugador más veterano, el cual tenia muchas cartas de Embestida, por lo tanto había una gran cantidad de clérigos donde elegir, vamos que conseguí para mi mazo, y algunos de más.
A partir de entonces, me aficione de una forma especial a buscar clérigos para el mazo, pero con el tiempo empezó a serme indiferentemente que me fueran útiles o no para el mazo, era más para hacer colección, incluso llegue a conseguir algunas que eran iguales por el simple echo de que eran de ediciones diferentes, o malas con ganas que también hay cada perla... por ello le tengo un cierto amor especial, aunque no sea un mazo competitivo o de los caros, por que lo construí de la nada y a mi gusto.
La parte buena de esta actividad que realizaba, es que siempre salen un par de clérigos como comunes, así que no son difíciles de obtener, y cada poco me podía llevar una alegría, aunque cuando sale uno caro ya me puedo ir olvidando de el.
Aunque hoy en día ya no toco Magic, persisto con esa afición de buscar clérigos, aunque no de forma tan activa al no moverme en los círculos de magiqueros, pero aun tengo esa cosilla dentro y si algún día regreso a jugar como antes (lo dudo) es más que seguro que mi afición por los clérigos serian uno de los motivos de ello.
Así, que ya sabéis donde mandar vuestros clérigos xD, pero bueno, si interesa el tema solo decidlo, ya que de gustar pues podría hablar de los combos y demás que use durante esos años.
Pasaron los años y tras el boom de Warhammer, reapareció Magic de forma mucho más activa (jugadores siempre habían ávido) en el pueblo donde vivía pegando muy fuerte con la edición Mirrodin, estocen gracias a otros amigos pude conocer con más profundidad el juego y su mecánica de juego, también me desaconsejaron un poco la combinación de colores que había elegido, ya que las mecánicas básicas de juego eran demasiado diferentes y no se combinaban del todo bien al haber pocas cartas con ese fin, pero como en ocasiones soy una persona cabezota y que no suele jugar a estas cosas de forma competitiva, preferí continuar con lo mio, pero no tenia muy claro de como debía que seguir.
No tarde en recibir otro consejo que me soluciono ese problema, me recomendaron que me mirara de jugar con clérigos, un tipo de criatura que aparecía en los dos colores, incluso podían ser cartas interesantes por poco coste de mana, ya que por regla general tenían algún tipo de habilidad, por inútil que fuera, pero tenían la pega de no ter una pegada exagerada y salían relativamente pocas cartas de ese tipo por edición, así que la creación de un mazo podía ser algo lento, algo que realmente lo fue.
Como la temática de criaturas artefacto no me atraía demasiado, decidí esperarme un buen tiempo, y realmente empece a interesarme con la aparición de Rávnica, en la que esperaba encontrar algo de mi combinación por la temática de la edición, pero no empezaron la edición con la combinación de colores que yo deseaba, y las cartas que salieron (en toda la edición) no me fueron tan útiles como creía, pero me lo pase bien con esa edición.
Finalmente mi pequeño problema clerical, se soluciono cuando pude realizar unos cambios provechosos con un jugador más veterano, el cual tenia muchas cartas de Embestida, por lo tanto había una gran cantidad de clérigos donde elegir, vamos que conseguí para mi mazo, y algunos de más.
A partir de entonces, me aficione de una forma especial a buscar clérigos para el mazo, pero con el tiempo empezó a serme indiferentemente que me fueran útiles o no para el mazo, era más para hacer colección, incluso llegue a conseguir algunas que eran iguales por el simple echo de que eran de ediciones diferentes, o malas con ganas que también hay cada perla... por ello le tengo un cierto amor especial, aunque no sea un mazo competitivo o de los caros, por que lo construí de la nada y a mi gusto.
La parte buena de esta actividad que realizaba, es que siempre salen un par de clérigos como comunes, así que no son difíciles de obtener, y cada poco me podía llevar una alegría, aunque cuando sale uno caro ya me puedo ir olvidando de el.
Aunque hoy en día ya no toco Magic, persisto con esa afición de buscar clérigos, aunque no de forma tan activa al no moverme en los círculos de magiqueros, pero aun tengo esa cosilla dentro y si algún día regreso a jugar como antes (lo dudo) es más que seguro que mi afición por los clérigos serian uno de los motivos de ello.
Así, que ya sabéis donde mandar vuestros clérigos xD, pero bueno, si interesa el tema solo decidlo, ya que de gustar pues podría hablar de los combos y demás que use durante esos años.
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