Los Martillos de Wikia se reúnen una vez más en la Sala de Audiencias para escuchar la nueva disertación del Ojo del Omnissiah. Su Búsqueda del Conocimiento y las consecuencias del mismo son patentes en su cuerpo. Su servoarmadura se ha vuelto totalmente negra, más oscura que la misma oscuridad, y se desplaza como una aparición hecha de humo negro. Hay quien dice que ES un espectro, pero nadie se ha atrevido a tocarle. Tampoco permite que entren en sus aposentos del Arsenal, y los miembros del Concilio de Experimentación han jurado mantener silencio sobre lo que ocurrió al encontrar el Index Magna. Con todo, sus reflexiones atraen a numerosos miembros del Sello Eterno. Esta es una de ellas…
Los Tau: retrospectiva de la génesis, desarrollo y crisis de un imperio
De las numerosas amenazas a las que nos hemos enfrentado y seguimos enfrentando, los Tau suponen un enigma de enormes proporciones. Un pequeño imperio surgido de la nada, con una tecnología refinada y una cultura singular que ha derrotado a cuanto se le ha interpuesto. Mi deber con el capítulo me ha permitido investigar acerca de esta especie, su origen y desarrollo, comparándolo con referentes humanos. Quizás con esto demos el primer paso para entenderlos y con ello derrotarlos… si no lo hacen ellos mismos.
1. Entre mitos anda el juego: Fio'taun y Cuzco
Como ya saben, todos los tau tienen origen en el planeta T'au, localizado en la Franja Este del Segmentun Ultima. Su primera mención en nuestros archivos data del M35, cuando una flota de exploración encontró a una raza xenos en la edad de piedra. Por los interrogatorios llevados a soldados, sabemos que después de ese momento su desarrollo tecnológico empezó a tomar velocidad, y en apenas mil años alcanzaron un nivel propio de planetas feudales o proto-electrónicos. Y llegó el Mont'au, o Período Siniestro.
El Período Siniestro (M36 - M37) corresponde a la época en que los Tau aún no estaban unidos como raza, si bien parece que se había aglutinado en torno a cuatro tribus, de las que derivarían cuatro de las cinco castas conocidas (Tierra, Agua, Aire y Fuego). Estas tribus, impulsadas por el desarrollo tecnológico y las carestías derivadas de plagas, llevaron sus conflictos a una escala tal que la raza empezó a verse amenazada. Los Tau conservan un único relato, el más importante según ellos, del fin de esa época y la llegada de los Etéreos: Fio'taun.
La ciudad fortificada de Fio'taun era la ciudad más grande y magnífica del planeta. Fue construida por las tribus constructoras para defenderse de las demás tribus; el asedio fue inevitable. Una alianza de los Tau del aire y de los habitantes de las planicies asedió la gran ciudadela durante cinco temporadas, en las cuales los defensores de Fio'taun mantuvieron a los enemigos a raya, pero la escasez de suministros y la enfermedad destrozaban a la fortaleza desde dentro. Una noche, después de otro sangriento día de batalla, los defensores rezaron por un milagro.
Emergiendo de las sombras, un Tau de apariencia inusual caminó a través del campamento de los sitiadores y solicitó una audiencia con el comandante. Al mismo tiempo, dentro de Fio'taun, un individuo similar se presentó a los guardias de la fortaleza y solicitó hablar con el señor de la ciudadela. Después de una hora, las puertas de Fio'taun se abrieron, mientras los líderes pasaban siendo guiados por el extraño individuo hacia el campamento enemigo.
Los dos recién llegados se denominaron a sí mismos como Etéreos y empezaron a hablar sobre cómo los talentos de cada una de las tribus podrían ser usados para un objetivo superior, llamado el Bien Supremo. Éste sólo podría lograrse si los Tau dejaban de lado sus guerras sin sentido y trabajaban como un solo individuo. Los dos extraños estuvieron hablando toda la noche con palabras cargadas de un gran poder y para cuando aparecieron las primeras luces del alba, ya se había logrado una tregua entre las diferentes tribus.
En este punto voy a contaros una historia mítica, tan fantástica como el relato Tau pero con los mismos posos de verdad, situada en la Terra del M2: la fundación de Cuzco, capital del Imperio Incaico.
De las dos versiones conocidas de la fundación de Cuzco, la más difundida en aquel tiempo fue la de Manco Cápac y Mama Ocllo (o Leyenda del Lago Titicaca). Como breve apunte previo, en la cosmogonía inca Inti es el nombre en quechua del dios Sol. Los quechuas del Imperio Inca tenían al dios Sol en el primer peldaño del escalafón celeste. Este dios Sol no estaba solo en su reino; estaba casado con su hermana, la Luna, con quien compartía una igualdad de rango en la corte celestial. La Luna era conocida bajo el nombre de Mama Quilla.
El dios Sol, viendo el estado penoso de los hombres, devastados por las luchas, sequías y enfermedades, malviviendo en pueblos y aldeas decrépitos, creó una pareja: Manco Cápac (varón) y Mama Ocllo (esposa y hermana). A continuación les entregó un bastón de oro y les ordenó ir por el mundo para civilizar a los pobladores, fundar una tribu, e implantar en ésta el culto al dios sol. Manco Cápac y Mama Ocllo salieron de las espumas del lago Titicaca y avanzaron hacia el norte. El bastón de oro era una guía les serviría para encontrar el lugar ideal para la fundación de la tribu y el futuro imperio, pues en dicho lugar esta se hundiría hasta desaparecer.
Llegado cierto momento decidieron separarse, marchando Manco Cápac al norte y Mama Ocllo al sur del valle en el que se encontraba el lago Titicaca, para convocar a la gente. Los habitantes del valle no tardaron en reconocerlos como seres sobrenaturales, descubriendo una necesidad antinatural de seguirles y cumplir su mandato, el mandato del dios Sol. Después de un largo recorrido, el cetro se hundió en el cerro Huanacauri, donde se fundó la ciudad de Cuzco. Manco Cápac mandó a los que estaban con él instalarse en la parte alta del valle, la cual se llamó Hanan Cuzco; Mama Ocllo colocó a los suyos en la parte baja o Hurin Cuzco. Ambos ayudaron a mejorar las condiciones de los hombres que allí vivían enseñándoles a trabajar la tierra y a construir canales. A las mujeres Mama Ocllo les enseñó a coser, cocinar y hacer telares.
1.1 Los hilos etéreos
Dos imperios que nacen en sendas ciudades, rodeadas de miseria y muerte, a manos de seres “sobrenaturales” que portan un mensaje de prosperidad de una fuerza superior a los nativos de la zona. Los Tau los llaman Etéreos; los incas Manco Cápac y Mama Ocllo. En ambos casos, sus apariciones se vieron precedidas por signos en las estrellas (el Mar Celeste) o la agitación de las aguas del Lago Titicaca respectivamente. Manco Cápac y Mama Ocllo eran humanos normales, pese a la forma de su nacimiento (el lago es un mar que refleja otro, un vehículo que permite a Sol/Luna bajar a la tierra y entregar a esta la pareja), dotados de un bastón ritualístico (similar a la Lanza de los Desafíos de los Etéreos) y que tuvieron un linaje de gobernantes sin mayores problemas.
Obviamente su trasfondo real sería más acorde en un contexto de formación de un gran asentamiento en un valle fértil a manos de líderes audaces. Manco Cápac representaba a toda una nación, posiblemente de tiawanakenses, que vivía en la región del lago Titicaca. Como se sabe, los terrenos más fértiles de la zona estaban precisamente alrededor del lago de tal modo que hubo un momento en que la explosión demográfica y la escasez de tierras obligaron a la nación a buscar otra región rica y amplia. Se aduce además, que posiblemente el estado Tiawanako, cuya capital estuvo en Taypiqala, fue destruida por invasores aymaras venidos de la zona de Tucumán y Coquimbo en el sur y sus habitantes obligados así a emigrar hacia el Valle del Qosqo (Cuzco).
En el caso de los Tau, el origen de los Etéreos es cuestionable; son miembros de su misma especie, si bien poseen en su órgano frontal una protuberancia en forma de diamante de propósito aparentemente desconocido (Ref. Disección de un Etéreo). Habida cuenta que el resto de los Tau no muestran esta protuberancia, la forma artificial de este y los informes de prisioneros que hablan de un aura que nace de los Aun (término Tau para los Etéreos), apostaría a que se trata de una especie de emisor/receptor/controlador de ondas psíquicas que afectan a la psique del resto de la raza Tau (los informes sobre sus especies aliadas no muestran dicha influencia), condicionándola de forma favorable al Bien Supremo. Los xenos conocidos como los Q'orl nos ofrecen una pista si comprobamos sus sistema de comunicaciones y su órgano especial para ello. Al principio solo eran dos, igual que en el mito inca, y dada su semejanza biológica con la reproducción humana, no sería descabellado pensar que fueron varón y hembra, progenitores del resto de la Casta Etérea. Siguiendo este hilo, los Etéreos serían pues un sistema de control y desarrollo, creados por una inteligencia desconocida a partir de la matriz Tau en un punto crítico para la especie.
Etéreos Tau y reyes Incas controlan y controlaban desde la cima de la pirámide social (mediante influencia psíquica o lazos de sangre respectivamente) todos los asuntos imperiales. Las crónicas mencionan que los reyes incas eran objeto de culto y de adoración. Considerados seres sagrados, sacralizaban a su vez todo aquello que entraba en contacto con él. Como hijo del dios Sol, entre sus atributos se encontraba el ser mediador entre el mundo divino y humano. En combate, los reyes incas se limitaban a comandar y combatir en el plano astral al dios enemigo, amén de liderar y marchar con los ejércitos personalmente. No solían ser vistos por la gente y debían ser conducidos siempre en andas, pues si su poder entraba en contacto con la tierra podían producir catástrofes, debido a la energía que de ellos emanaba. Si a alguien se le permitía acercarse, tenía que hacerlo descalzo y con una carga simbólica en la espalda como signo de sumisión; no podía mirarle nunca de frente. En el siguiente escalafón, los burócratas de alto rango y mandos militares eran los naturales de Cuzco y alrededores. Por último estarían los campesinos, colonos y los servidores perpetuos/esclavos.
Los Etéreos también ejercen tanto de soldados como sacerdotes, según lo requieran las circunstancias, como miembros de la Casta de los Etéreos. A diferencia de los reyes incas pueden verse en primera línea del frente, combatiendo u arengando a las tropas. Supeditados a ellos estarían las otras cuatro castas, especializadas en diferentes aspectos para mayor gloria del Bien Supremo (Fuego = guerreros, Aire = navegantes y pilotos, Tierra = constructores, Agua = Burócratas). En el sistema Tau, tras las castas las divisiones existentes son las propias para encuadrar a los miembros de cada casta por rango o función.
Un símil tan apropiado como el inca, del que hablaré más tarde, sería el sistema de castas que el Hinduismo implantó en los territorios del Indo. Según este sistema, existen cinco castas que agruparían a toda la sociedad: los Brāhmanes (sacerdotes, maestros, académicos -Casta de los Etéreos-); los Kshatriyas (políticos, militares -Castas del Fuego y Agua-); los Vaisyas (comerciantes, artesanos y agroganaderos -Casta del Agua-); los Shudrás (esclavos, siervos, obreros -Casta de la Tierra-). Por último están los que no tienen casta, los Dalits (Parias, Chandalas o Intocables en el sentido peyorativo).
2. Expansión y Trinidad
Vistas las similitudes entre los orígenes de tan dispares culturas, pasemos a ver sus procesos de expansión y las características de los mismos. Ambos partieron de unas posiciones de salida envidiables: pueblos unificados bajo una casta/realeza con ansias expansionistas y ausencia de enemigos de gran entidad, combinado con los medios para un rápido crecimiento demográfico que sustentasen sus conquistas o implantar un sistema administrativo que controlase a las poblaciones nativas. En el caso de los Incas detallaré solo la primera fase, a modo de ejemplo, en aras de la ligereza del discurso.
2.1 Las Tres Esferas de Expansión Tau
La Primera Esfera de Expansión (502.M37-956.M38), el comienzo del movimiento Tau hacia las estrellas, fue fulgurante, colonizando varios sistemas que serían la base para la expansión en esos sectores, aunque no sin coste. Los guerreros de la Casta del Fuego tuvieron que exterminar a los depredadores carnívoros de Sa'cea y los feroces reptiles de D'yanoi. Las colonias Tau comenzaron a expandirse y a explorar los sistemas cercanos, y gracias a esto los Tau entraron en contacto con otras razas xenos, a las cuales extendieron invitaciones de que se unieran al Imperio Tau con éxito. Algunas otras razas, como los Hrud o los Arceans, despreciaron esta petición y fueron expulsados de los sistemas cercanos a los crecientes y pujantes Sectores Tau. Pero ninguna adición al Imperio Tau fue tan lograda como la anexión de los sistemas Kroot tras la Guerra del Punto de Unión. Se liberaron varios mundos Kroot como Krath y Pech, tras lo cual el mayor dirigente de su raza, Anghkor Prok, juró ante la Piedra del Juramento que los Kroot siempre lucharían junto a los Tau contra quien fuese necesario. Esto se mantiene a día de hoy.
La Segunda Esfera de Expansión (018.M39-700.M41) fue el periodo de expansión territorial comprendido entre la anexión de los Kroot al Imperio Tau y el final de la Gran Guerra de la Confederación. En esta fase tuvo lugar el primer gran conflicto con el Imperio de la Humanidad: la Cruzada de Damocles. Al comienzo se fue dando una gran periodo de colonización y consolidación de fronteras donde se absorbió dentro del Imperio Tau a varias razas menores y se expulsó a los Orkos de varios sistemas que llevaron a la colonización del beligerante Thas'var. Al mismo tiempo se habían llevado a cabo movimientos en los territorios vecinos al Golfo de Damocles, comenzando la anexión de varios sistemas humanos rebeldes, secesionistas o de colonias aisladas y olvidadas por el Imperio. Cuando los Tau llegaban hasta un sector en contacto con el Imperio la forma de acercamiento hacia estos sistemas era secuencial: primero comercio, luego tratos defensivos y finalmente un lento trabajo de concienciación hasta que cerca de treinta sistemas imperiales por todo el subsector Timbra se rebelaron contra el Imperio de la Humanidad. La respuesta imperial no tardo y esos mundos fueron retomados por las fuerzas cruzadas, tras lo cual estas atacaron puestos de avanzada Tau y colonias menores hasta llegar la Cruzada al sistema Da'lyth, donde la Cruzada se estancó en un sangriento empate que termino con la retirada de las tropas imperiales al recibir la comunicación de que la Flota Enjambre Behemoth había atacado Macragge. Tras la retirada Imperial, la Casta del Fuego inició una ofensiva de reclamación sobre las colonias perdidas y los mundos humanos que se habían sublevado.
La Tercera Esfera de Expansión (997.M41-Actualidad) fue el periodo en el que el Imperio Tau se lanzó a expandir de nuevo su territorio, fundando clanes y muchas más colonias tanto en territorios del Imperio de la Humanidad, como en zonas no reclamadas o de otras razas, como Fi'rios y las colonias del Cúmulo K'resh que pertenecían a dos reinos Orkos que los Tau arrasaron. Además de los tres clanes nuevos incorporados al Imperio Tau y los otros 2 en proceso de consolidación, los ya existentes ampliaron las fronteras del Imperio Tau, haciendo que sus territorios se incrementaran en más de un 33% de su tamaño previo. Además los Tau han comenzado a avanzar por la zona de espacio salvaje llamada Marca Coreward, entre las Fisuras Perdus y So'lai, contactando con más razas y más disidentes del Imperio de la Humanidad.
2.2 Las Tres Expansiones del Imperio Inca
La Primera Expansión, o Consolidación del Reino del Cuzco (230-290.M2) se produjo poco después de su fundación por parte de Manco Cápac, durando cerca de medio siglo de historia, correspondiente a los reinados de Sinchi Roca y Lloque Yupanqui. Sinchi Roca se dedicó a mantener y perfeccionar todo lo que su padre Manco Cápac había logrado. Por el Collasuyo (sur), conquistó a los Pukina, Kanchi y otras naciones hasta Chuncara. Por el Umasuyo (noroeste del lago Titicaca) conquistó a los Cancalla, Cacha, Rurucachi, Asillu, Asancaru, Huancani y Pucara. Por el Antisuyo (este) llegó hasta "un río llamado Callahuaya".
Por su parte, Lloque Yupanqui organizó varios ejércitos con los que inició otra serie de conquistas. Por el Orcosuyo (Chuncara, Collasuyo y alrededor del Titicaca hasta encontrarse con el Umasuyo), conquistó hasta el curacazgo de Cana, a los que sometió pacíficamente. A los ayaviri, los conquista por la fuerza de las armas y dejó entre ellos guarniciones. Años más tarde, decidió conquistar los alrededores del Lago Titicaca. Mandó emisarios para conminarles que se sometieran al dominio Inca a los curacas y hatun curacas de los pueblos de Paukarqulla y Hatun Qulla. Los curacas aceptaron el ofrecimiento del Sapa Inca Lloque Yupanqui. Llegó a Hatun Colla y de ahí se dirigió a Chucuito, otro reino lacustre; el curaca aceptó el ofrecimiento Inca y se sometió pacíficamente; durante esta expedición, también fueron conquistados los reinos de: Hillaui (Ilave), Chulli (Yuli), Pumata (Pomata) y Cipita (Zepita). Lloque Yupanqui hizo regresar a Cuzco al grueso del Ejército Real y se quedó en la zona conquistada con consejeros, especialistas y militares para cimentar la organización económica, social, política y religiosa.
Por último, comenzó la conquista del Contisuyo (oeste), con un ejército de 10.000 hombres, al mando de un hermano suyo. Sus tropas llegaron hasta Hurin Pacasa en las faldas de la cordillera occidental, a 100 km del Mar de Grau. Los Hurin Pacasa, eran sociedades aldeanas, por lo que su conquista fue relativamente fácil. Hacia el final de su reinado, Sapa Inca Lloque Yupanqui se dedicó durante este tiempo a visitar sus tierras conquistadas y a ampliar la frontera agrícola, construyendo obras de irrigación y a la construcción de caminos, puentes y tambos.
La Segunda Expansión del Imperio Inca (290 – 438.M2) es la evolución territorial del Tahuantinsuyu durante el periodo de gobierno de Mayta Cápac, Cápac Yupanqui, Inca Roca, Yáhuar Huácac y Viracocha Inca. Es una etapa de consolidación de los territorios de sus predecesores y expansión en las cuatro direcciones a igual velocidad.
Divisiones del Imperio Inca en su época de máxima expansión, circa 532.M2. |
2.3. Puntos de unión
Como hemos visto, ambos imperios han vivido en periodos de tiempo muy cortos (tres milenios en el caso Tau y tres siglos en el caso de los Incas) tres fases expansivas de una velocidad explosiva. Sus métodos de conquista son similares, con la diplomacia como método de invasión previa a la asimilación comercial y cultural o el exterminio de todos aquellos a los que no pueden conquistar o sojuzgar. Aquellas tribus/reinos/especies que son asimiladas o que se unen de forma voluntaria son tomadas en gran estima y no ven afectadas sus tradiciones o costumbres, sino que estas y sus habilidades son reorganizadas en beneficio de todo el imperio.
Bien Supremo y Ayni son la base socioeconómica de ambos imperios. En rasgos generales, el Bien Supremo es la máxima de la unión: toda vida Tau, adscrita desde su nacimiento a una Casta y está dedicada a un fin común (no existe individualidad pero sí libre pensamiento, nace bajo el Bien Supremo, contribuye a él durante su vida, y muere dejando su labor para las generaciones posteriores, la cuales se aprovecharán de sus enseñanzas, sus avances tecnológicos, su diplomacia o su forma de liderazgo. Los Tau difícilmente viven lo suficiente para ver los logros de su propia generación, pero la siguiente se aprovechará de ellos. El caso Inca no es tan fanático, basado en la ayuda mutua como un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, donde miembros de la comunidad ayudan a otros miembros en sus tareas particulares cuando se necesita ayuda, como en labores agrícolas y las construcciones de casas. La única condición era que los ayudados correspondieran de igual forma cuando sus vecinos les necesitasen; hoy por ti, mañana por mí. Además, se enviaban a la capital una delegación de artesanos por cada tribu de sus dominios, en una suerte de intercambio técnico/cultural. Los Tau optan por elevar el nivel tecnológico de sus aliados tanto como les es posible. Ambos ayudan a sus aliados en todas las facetas, desde ejércitos para combatir sus amenazas hasta mejoras de sus infraestructuras de comunicación/irrigación (los Tau emplean naves con velocidad sub-luz al carecer de Motores de Disformidad y los Incas mensajeros), lo cual refuerza los lazos de unión.
En cuanto a la organización territorial, Tau e Incas difieren. Mientras que los Tau han optado por una división en función de los Sectores/Clanes que fundaron en sus fases expansivas, con T’au como corazón del imperio, los Incas escogieron una basada en cuatro direcciones cardinales. Así pues, Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo representan el Noroeste, Noreste, Suroeste y Sureste. El centro de esta división era el propio Cuzco, un suerte de quinto punto.
3. Ay, amigo, la que has liado: Farsight, Huáscar, Atahualpa
Así pues, ha llegado el momento de analizar los momentos de crisis que atraviesan los Tau y los que atravesaron los Incas, marcados ambos por cuestiones de liderazgo e invasiones exteriores.
3.1. Farsight, o el Tau que ha visto demasiado
En toda la historia del Imperio Tau, ningún miembro ha causado tanta división como el Comandante O'Shovah (Farsight para el Imperio de la Humanidad). Los Cuerpos de Cazadores de O'Shovah fueron cruciales para impedir el avance de las fuerzas imperiales en el planeta Da'lyth durante las batallas que asolaron el Golfo de Damocles durante su Segunda Esfera de Expansión.
La Expedición Farsight, como pronto se la empezó a conocer, se encontró con dificultades imprevistas (Orkos). O'Shovah abandonó sus esfuerzos de recolonización para enfrentarse a los Orkos en varios sistemas. Aunque obtuvo muchas victorias, el resentimiento del Comandante crecía, pues consideraba que no estaba recibiendo el apoyo continuado que merecía. Al final, los Orkos consiguieron rodear a los ejércitos de O'Shovah gracias a su superioridad numérica y los guerreros Tau tuvieron que resistir un asedio de varios meses antes de poder huir. La lucha sin cuartel que llevó a cabo acabó por endurecer el carácter de Farsight, al considerar que los demás Tau no habían sido capaces de apoyarle eficazmente y habían permitido a los Orkos que lo rodearan.
En el lejano planeta T'au, muchos en el Consejo de Etéreos estaban hartos del obstinado Comandante y sentían una desconexión con el líder de sus fuerzas militares que no tenía nada que ver con la distancia que les separaba. Mientras Aun'Va tomaba la decisión de relevar del mando y hacer regresar a O'Shovah, se produjo un nuevo desastre en la periferia del Golfo de Damocles, durante una batalla en el Mundo Artefacto de Arthas Moloch. En ese mundo, desierto salvo por extraños monumentos y templos en ruinas de alguna cultura ancestral, todos los Etéreos de la expedición de O'Shovah fueron asesinados por un enemigo desconocido.
Sin arredrarse, O'Shovah aguantó la ofensiva salvaje de ese enemigo implacable, replegándose con la esperanza de saber más de los diablos que le habían atacado antes de lanzar sus ataques de represalia. Pero al poco los seres misteriosos desaparecieron tan rápidamente como habían llegado. O'Shovah continuó avanzando en persecución de los Orkos, sin darles ocasión de escapar, y lo hizo desobedeciendo abiertamente el protocolo; un Comandante de la Casta del Fuego sin Etéreos tiene la obligación de informar de inmediato al Alto Consejo y esperar órdenes. No pasó mucho tiempo hasta que O'Shovah quedó fuera del alcance de los sistemas de comunicación más avanzados, y siguió actuando fuera de los límites del Imperio Tau, hasta el punto de ser dado por muerto.
Pero el Comandante O'Shovah no estaba muerto. Obcecado por su cruzada personal, se negaba a regresar al seno de su Imperio y estableció una cadena de bastiones fortificados a lo largo de la franja de espacio más lejana del Golfo de Damocles, una región prohibida durante mucho tiempo para los Tau. En la actualidad, es de suponer que el Alto Consejo de Etéreos recibe señales de estos enclaves, lo que confirma que siguen habitados. Incluso se han hallado pruebas de que el propio O'Shovah sigue vivo. En cualquier caso, el Alto Consejo de Etéreos ha decretado que O'Shovah es un renegado, y ha prohibido toda comunicación con los rebeldes.
3.2. Huáscar y Atahualpa: juego de tronos
Las crisis de sucesión eran un fenómeno coyuntural que era muy frecuente en la historia política del Imperio Inca. El que aspiraba a ser el nuevo soberano debía demostrar que era el más hábil, tenía que ser confirmado por un oráculo y además tenía que ganar adeptos en las panacas cuzqueñas.
Huayna Cápac había nombrado heredero a Ninan Cuyuchi, pero el sacerdote del sol hizo un sacrificio en el que vio que la suerte no le favorecería a Ninan Cuyuchi. Por ese motivo, cuando Huayna Cápac falleció en Quito, fue llevado en andas hasta el Cuzco manteniendo en secreto la muerte de éste, para mantener el orden político. En ese contexto, Raura Ocllo, madre de Huáscar quien se encontraba en Quito junto a Huayna Cápac, viaja rápidamente al Cuzco acompañada de unos cuantos orejones para preparar la entronización de Huáscar. Según María Rostworowski, fue Raura Ocllo quien convenció a las panacas cuzqueñas para nombrar como sucesor a Huáscar; mientras que Atahualpa se quedó en Quito junto con otros nobles.
Por su parte, Atahualpa era hijo de Tocto Coca y al morir su padre ordenó edificar en la localidad de Tumipampa un palacio en su honor. Este hecho enojó al curaca de Tumipampa llamado Ullco Colla, quien envió mensajes a Huascar acusando a Atahualpa de sublevación; además Atahualpa se quedó en el norte acompañado de varios generales importantes leales a Huayna Cápac, que tenían un aprecio especial por Atahualpa. Atahualpa envió presentes a su hermano Huáscar, pero este último ordenó hacer tambores con los cueros de los mensajeros.
En ese contexto ocurrió la rebelión de los Cañaris, quienes tomaron prisionero a Atahualpa. La huida de Atahualpa toma entonces un contexto mítico, pues según los oradores Atahualpa fue convertido en una serpiente por su padre sol, y así logró huir del encierro. Una vez libre, Atahualpa reunió un ejército y asesinó a sus enemigos en Quito y Tumipampa, siendo esta última ciudad arrasada en venganza a Ullco Colla; luego avanzó a Tumbes intentando avanzar hasta la isla Puná, pero el curaca de Puná se adelantó y arrasó Tumbes. En esas mismas fechas los primeros hispanos pisaron el territorio incaico.
En tanto, Huáscar trataba de estabilizar su entronización en el Cuzco con el apoyo de las panacas (familia real), pero cometió varios errores políticos que fueron menguando el apoyo cuzqueño. Eliminó a los ayllus (Comunidades) custodios de su guardia personal y nombró como guardia real a guerreros Cañaris y Chachapoyas. Dudaba de la lealtad de las panacas cuzqueños y se rodeó de otros nobles, bajo el temor de una rebelión de la nobleza. Poco a poco Huáscar se fue ganando enemistades en un periodo de intrigas entre la nobleza cuzqueña, mientras Atahualpa fue ganando adeptos.
Finalmente, Atahualpa se proclamó Inca en Quito y así inició la guerra de sucesión incaica. Sus tropas, dirigidas por Chalcuchímac y Quizquiz, derrotaron al ejército de Huáscar en la batalla de Cotabamba (Apurímac) y entraron triunfantes al Cuzco. Enterado de la victoria, Atahualpa marchó a Cajamarca para ser coronado inca. Sin embargo, al llegar a Cajamarca, fue tomado prisionero por los hispanos, al mando de Francisco Pizarro, en la batalla de Cajamarca. Era el año 532.M2. Era el fin del Imperio Inca.
3.3. Factores de una ruptura y una caída
Farsight, en sus batallas contra los enemigos desconocidos en Artas Moloch, había contemplado un peligro mucho mayor que el representado por los Orkos, los Tiránidos o los Humanos. Vio un portal a otra dimensión, una que nosotros conocemos bastante bien: la Disformidad (Ref. Informe CG-332-AMD-9J). Incluso sin comunicaciones estables con T’au, los Etéreos debieron pensar que Farsight había descubierto algo que no debía, o peor aún: había sido corrompido por esa fuerza. Es importante resaltar esto porque el Caos es la fuerza contrapuesta al Bien Supremo, y su aceptación general supondría en fin del poder e influencia de los Etéreos y su titiritero. Por eso Farsight ha sido declarado renegado; por eso ha sido aislado del Imperio Tau. Sí, los Tau están amenazados por los Tiránidos, Orkos, Necrones y nosotros, pero la mera existencia de Farsight es la semilla de la duda, una duda que podría devorar desde dentro todo lo construido hasta entonces.
Los Incas tenían una situación social y política delicada a la llegada de los hispanos. Primero, un descontento de muchos pueblos con la situación imperial; los Chachapoyas, Cañaris y Huancas brindaron gran ayuda material a los invasores. Segundo, la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa dejó a la clase dirigente y a los cuerpos militares divididos; el resultado fue que muchos miembros del bando de Huáscar no hicieron casi nada para detener la caída del imperio e incluso se alegraron con el cautiverio de Atahualpa. Por último, el tipo de vida muy arraigada a la tierra y a sus señoríos hizo que el campesinado inca aceptase con menos resistencia la imposición de nuevos señores que otros pueblos. Con todo, la clave reside en que sin la ayuda de las etnias descontentas con el imperio hubiese sido imposible su conquista por parte de los soldados que llegaron de Hispania.
4. Últimas consideraciones
Los Tau se encuentran en el filo de la navaja. A pesar de sus logros, su tecnología, sus Comandantes y su Bien Supremo, el Enemigo Interno (Farsight/Caos) es un precedente de lo que puede venir. Es posible que surjan más Farsight, Comandantes que descubran los horrores de la galaxia y tilden a los Etéreos de manipuladores, derrocándolos o separando sus conquistas del imperio. Es posible que el propio Farsight, en una suerte de Atahualpa, lidere una guerra civil abierta que acabe en las calles de T’au, proclamándose líder de lo que quede de los Tau. En cualquier caso su caída vendrá dada por los actos de sus líderes, más que por nuestros esfuerzos hasta la fecha. Hacerles frente supone unirlos, pero la inacción los engorda. El Imperio de la Humanidad debe tomar buena cuenta de las lecciones que he descrito entre líneas si no quiere sufrir otra guerra civil y ser el único artífice de su destrucción. El Emperador protege.
Hayato Fukai, Ojo del Omnissiah.
Fuentes
Artículos varios de Wikihammer 40K y Wikipedia, todos ellos recomendables y refrendados por:
- Bethell, Leslie (ed.): Historia de América Latina, Tomo I: América Latina colonial: La América precolombina y la conquista, Crítica, Barcelona, 1998.
- Lucena Salmoral, Manuel (director): Historia de Iberoamérica. Tomo I: Prehistoria e Historia Antigua. Editorial Cátedra, Madrid, 2008.
- Rostworowski, María: Historia del Tahuantinsuyu. Instituto de Estudios Peruanos, 2011.
- H. W. Kaufmann, J.E. Kaufmann: Fortifications of the Incas (1200–1531). Osprey Publishing, 2006.