Me
han pedido que creara una entrada en el blog para presentar Malleus Infidelium. Una de las dudas que tenía era sobre qué escribir,
puesto que el juego en realidad ya ha sido presentado, y en la propia
Wikihammer 40k tenéis una entrada sobre el mismo. Así que voy a
intentar hablar desde una perspectiva más personal, para transmitir
lo que ha sido para mí el desarrollo de este juego de rol.
Como
tal vez sepáis, Malleus Infidelium no es exactamente una novedad,
aunque puede que algunos no lo conocierais. La primera edición del
juego salió en 2014, y luego hubo una segunda revisada el año
siguiente, en 2015. Durante este tiempo, el juego entre sus dos
ediciones ha sido descargado miles de veces, pero ha sido
recientemente cuando he introducido parte de su contenido en la Wikihammer 40k, de la misma forma que en su día tomé material de
esta maravillosa web para hacer el juego. Con este gesto considero
concluida su travesía, después de haber sido presentado en varias
páginas y foros.
Hagamos
un poco de retrospectiva. Aunque quedaría bien decir que me inicié
en el mundo de Warhammer 40k con la primera edición, llamada "Rogue
Trader" (el original), lo cierto es que me volqué completamente
con el juego en su 2da edición oficial. Eso no quiere decir que no
hubiera leído y echado algunas partidas a la primera, pero cuando
quise darme cuenta ya había salido la 2da, y me atrapó totalmente.
En esa época ni siquiera pensabas que acabarían existiendo ocho
ediciones y subiendo...
...Pero
sucedió. Tras unos años de oro llegó la 3ra edición, y con ella
para mí Warhammer 40k cambió totalmente. Los amiguetes echamos
varias partidas, probamos nuevos ejércitos, pero nada era lo mismo.
Uno podría pensar que sencillamente éramos conservadores, pero a
nadie le convencían los cambios: el juego era más rápido, sí,
pero había perdido mucha profundidad. Por absurdo que parezca, al
salir una 3ra edición, era como si ya no pudiéramos seguir jugando
con la 2da porque estaba obsoleta. Hoy en día, sin embargo,
recomiendo a todo el mundo que consiga los codex y la pruebe.
El
caso es que, ya por aquella época, me propuse seguir jugando a la
2da edición de alguna forma, y la respuesta vino en forma de un
juego de rol que hice en su día y jugamos durante bastante tiempo.
La 2da edición era lo bastante profunda como para ser casi un juego
de rol en cuanto se hicieran una serie de adaptaciones, y esa era la
idea.
Con
la aparición de la 4ta Edición abandonamos definitivamente el juego
de miniaturas, pero nunca la afición por el mundillo de Warhammer
40k. También empezamos a jugar a otros juegos de rol, claro. Pasaban
los años, nos íbamos haciendo mayores, pero nos seguían gustando
las mismas cosas. Y un buen día, tras probar el famoso Dark Heresy,
me acordé de mi viejo juego, ese que había creado años atrás y
que hacía mucho que no jugábamos.
No
me parece elegante criticar el trabajo de nadie, pero Dark Heresy, a
pesar de su formidable ambientación (un 10), tenía para mí un
problema fundamental: eso era un juego de rol ambientado en el
universo de Warhammer 40k, pero no era un juego de rol de Warhammer
40k. Son cosas distintas. Además, el sistema no me convencía mucho
que digamos, y luego supe que al sacar el Deathwatch tuvieron que
hacer una serie de adaptaciones forzosas que no gustaron en general.
Así
que me acordé de mi antiguo juego de rol sobre la 2da edición del
juego de miniaturas, y pensé: “si no me gusta lo que hay, ¿por
qué no hacer yo mismo lo que quiero?”. Y así, con mucha ilusión
al principio, y también con momentos en que flaqueaba, fui
escribiendo el juego que hoy es Malleus Infidelium. Y creedme: sólo
una gran afición permite a una sola persona hacer algo así, porque
esto no va sólo de escribir, va también de probar, de corregir,
etc.
Tenía
claras algunas cosas. Quería no sólo un compendio de reglas, sino
un juego completo, y para la primera parte de ambientación tomé
prestado material de la Wikihammer 40k. Luego, tenía que reescribir
completamente el reglamento, ya de paso corrigiendo algunos de los
pocos defectos que a mi entender tenía la 2da edición del juego de
miniaturas, pero sobre todo adaptándolo específicamente a un juego
de rol. Y tenía que lograr que, a pesar de los cambios, fuera
extremadamente sencillo adaptar todos los codex existentes.
El
tema de los codex es digno de mención. Entiendo que, al fin y al
cabo, esto de los juegos no deja de ser un negocio, totalmente
legítimo, y hay que vender. Pero me daba verdadera pena que se
creara un sistema de cero en Dark Heresy, con la inmensa cantidad de
material ya publicado. Malleus Infidelium sigue siendo un solo libro,
pero imaginemos que el máster quiere dirigir una partida en un mundo
demoníaco: pues tan fácil como coger el formidable Codex Caos de la
2da edición y adaptar todo tipo de criaturas y reglas especiales, o
encontrar en el mismo un montón de información para crear una
aventura. Ése era el objetivo de Malleus Infidelium y creo haberlo
conseguido. Cualquiera que lo lea y conozca la 2da edición del juego
de miniaturas debería revivir un montón de recuerdos.
Y
para los profanos, ¿qué deciros? Pues que las reglas de este juego
pueden ser densas, ¡pero es que se apoyan en la experiencia de miles
de personas! La ventaja de partir de la la 2da edición oficial es
que ¡ya estaba probada! Y eso que yo mismo escribí una revisión
porque la parte mía, la propia adaptación, también tuvo cosas por
pulir y mejorar a medida que seguíamos jugando. Pero en definitiva
creedme si os digo que el sistema puede resolver casi cualquier
situación de combate y los enfrentamientos en sí mismos son
divertidos, a menos que sólo te guste la investigación claro. Y
sobre todo: esto es jugar a Warhammer 40k.
Por
último está el tema de los Marines Espaciales, protagonistas del
juego. Es cierto que, habiendo ya armas, vehículos, equipo, etc., en
teoría no sería muy difícil adaptar otras razas para jugar. Pero
no quería correr el riesgo de abandonar el proyecto, de hecho éste
ya fue creciendo de por sí a medida que yo avanzaba. Así que me
centré en los Astartes, y en todo caso ya habría tiempo para
futuros suplementos, algo que no descarto.
Y
esto es un poco lo que os puedo contar para acercaros el juego de una
forma más personal, y compartir con todos no sólo el producto, sino
también el proceso. Creo que la edición revisada de 2015, que sin
duda recomiendo sobre la primera, hace de Malleus Infidelium un juego
que puede gustar o no, pero dentro de su estilo es cojonudo. Tengo
que decirlo yo, ¿no?
Descarga
- Segunda Edición revisada y corregida; desde IGAROL
Autor
- M. M. Barrientos
A ver si ahora en las vacas saco un poco de tiempo y leo el reglamento con calma!
ResponderEliminarPero sin duda te has pegado un buen curro!
Gracias compañero, sí, fue un curro de narices. El reglamento es completito, no apto para quienes gustan de esos reglamentos genéricos de dos o tres páginas. Esto es, además de juego interpretativo, Warhammer 40k puro y duro. De todas formas, hay partes del reglamento que se pueden omitir para las primeras partidas, hasta cogerle el punto: las partes de los poderes psíquicos, de las batallas, de los vehículos e incluso de la psicología, se pueden abordar una vez aprendidas las mecánicas básicas. Entonces el juego se simplifica mucho, y cuando quieras darte cuenta ya has entrado en su lógica y es fácil aprender todo lo demás. ¡Un saludo!
ResponderEliminarEstas cosas el único que sabe las horas que son necesarias para crearlas es el que las crea ¿verdad? Y a menudo, como en este caso, se hacen con más cuidado que la propia empresa porque ellos trabajan a plazos y con relación de coste-beneficio, y un fan no. ¡Muy grande!
EliminarPues recrear batallas necesito yo ahora para la siguiente partida de rol de 40k :P
EliminarGracias Lord Eledan, no lo había visto desde ese punto de vista. Desde luego, aquí la relación ganancia/tiempo tiende al infinito XD
ResponderEliminarVíctor, una cosa son las batallas de miniaturas al uso. Para eso están las reglas genéricas. Podrías perfectamente jugar al wargame con ellas. El sistema de batallas que se describe en Malleus Infidelium es precisamente para evitar las confrontaciones "individuales", y ver qué pasa con los jugadores en medio de una confrontación entre dos fuerzas. En realidad es una simple tabla donde los jugadores van tirando por rondas, obviamente con unas reglas detrás.