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jueves, 24 de octubre de 2013

The Legend of Zelda: Spirit Tracks

Haciendo una revisión de las entradas de los juegos que realizado hasta la fecha de hoy, me percate de que no había hablado de este juego, el cual toque hace bastante tiempo atrás.

Tras lograr derrotar a Bellum, Link, Tetra y toda su banda de piratas, al fin consiguieron encontrar una nueva tierra, en el que se reconstruyo Hyrule, restablecimiento la monarquía.
A partir de entonces, se restableció la paz, en la que los espíritus del bien vigilaban Hyrule, sin embargo... esta paz no fue duradera, y llegó a su fin cuando el Rey Demonio, Mallard, apareció.

Los espíritus del bien, descendieron de los cielos para luchar contra este enemigo, el cual... a pesar de que finalmente fue vencido, no fue posible eliminarlo por completo, para frenarlo fue sellado en las profundidades de la tierra, forjando numerosas vías de tren que servirían como su celda, y una enorme Torre de los Dioses fue erigida para mantener el sello. 

Sin embargo, el poder de los espíritus se agotó durante la cruenta batalla contra Mallard, así que se vieran obligados tener que regresar a los cielos, dejando a Hyrule desprovisto de su protección.

A medida que fueron pasando los años, el reino de Hyrule, fue convirtiendo en un reino próspero, y las vías utilizadas para encarcelar a Mallard, pasaron a ser pistas para una nueva maravilla tecnológica, el tren, una maquina extremadamente útil en tiempos de paz, pero que se ara indispensable en el momento que regrese la oscuridad.
Este es la única entrega en donde Zelda es la compañera de viajes de Link, es decir, lo ayuda a lo largo de casi toda la aventura, en lugar de solo hacer algunas apariciones.

Una de las primeras cosas que se puede percatar el que tiene jugado la entrega anterior, The Legend of Zelda: Phantom Hourglass, es que los gráficos son idénticos, algo que me llevo a pensar al inicialmente de que solo habían querido reciclar todo el material original de la otra entrega, ya que nos encontraremos una mazmorra, la cual tiene un aspecto y una mecánica de juego que es muy parecida al templo del dios del mar, por no mencionar personajes y demás bichos que son del juego anterior (no me refiero a los genéricos claro), solo nos han cambiado el barco por un tren, ya que la mecánica de uso de este es la misma, y bueno en lugar de mar tendremos grandes y verdes praderas por las que viajar, eso si limitados por las vías de tren, algo consiguió restar un poco de libertad y que hace el juego ligeramente más aburrido y pesado, al igual que no se aprovechan todas las posibilidades de juego que podría haber dado, con el tema de hacer viajes de pueblo a otro pueblo, transportando productos o pasajeros.

Por lo demás, se podría decir que también la mecánica de juego también es la misma, la pantalla superior se utiliza como una pantalla para el mapa, y la pantalla táctil sirve como la pantalla de acción en la que desarrollaremos toda nuestra aventura, eso si a diferencia de su predecesor no busca aprovechar toda la capacidad que tiene la Nintendo DS, que solo se usaban en momentos puntuales, pero ahora ni siquiera eso, algo que hace los puzzles un poco más predecibles.

Inicialmente estaba ligeramente confuso con la trama del juego, ya que yo me esperaba que de alguna forma fuera una continuación más directa de la otra entrega de la NDS, y aunque se nos daban unos pocos datos, no había ni rastro de ese mundo rodeado de agua, y el usar la misma skin del protagonista no sabia si realmente era el (cosa que luego se desmiente), y cuando uno ve que si que han puesto una relación, no se sabe exactamente cuantos años han pasado y todo parecen meros pretextos para ligar los dos juegos y que no quede tan como que querían repescar parte del éxito y formula del juego anterior, aunque bueno hay que añadir que todos sabemos con las historias del Zelda siempre han sido un poquito especiales, al igual que el orden que siguen.

A pesar de esa pequeña opinión negativa que tengo de los motivos del desarrollo del juego, hay que decir que me entretuve bastante con el, no con la misma afición que jugué al Phantom Hourglass, ni siquiera consiguió que tuviera ganas de rejugarlo de nuevo, ya que con una vez tuve más que suficiente, pero a pesar de todo eso hay que decir que no es mal juego, y me a dado bastantes horas de disfrute y entretenimiento como solo una entrega del la franquicia Zelda puede dar, eso si par ami gusto la historia de este es un poco floja, tiene ciertos puntos muy originales como la jugabilidad que ofrece estar acompañado de la princesa Zelda.

En fin, creo que no es de las mejores entregas que jugado de esta franquicia (que dejan el listón muy alto), pero realmente vale la pena jugarlo, se a uno o no un acérrimo seguidor de esta franquicia

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