Verlo para creerlo (II)

Voy a seguir relatando historias sobre tortura de miniaturas y muchas de ahora no son tan simpáticas, o con finales felices para mi, como las de la entrada pasada. La gran mayoría de estos casos los tengo oídos, de presenciarlos habría tarado de evitarlos.

Empezamos esta historia como la anterior, yo conociendo a uno jugadores nuevos, con un amor al hobby un tanto extraño ya que se divertían mutilando a las miniaturas de las formas mas diversas, estrellado guerreros del caos contra la pared (los que salieron en Tormenta del caos), explosionando con petardos soldados Imperiales, un marine espacial de los antiguos de una pieza, al cual no se que le paso pero estaba totalmente troceado, y como no el clásico entre los clásicos, meter un orco de moría en el microondas, pero esta persona aun tenia cierto aprecio y amor a las miniaturas antiguas de plomo las cuales por respeto y por que no era del todo tonto las mantenía impolutas como un tesoro.
Otro chaval de ese mismo grupo, no le tenia tanto respeto a las minis y cuando se aburría de ellas, ya podían ser de cualquier época, material o precio, que tenían un nefasto final, como ellos decía iba para el yunque, en el la miniatura era amartillada y deformada asta dejarla echa una masa irreconocible de lo que fue originalmente, solo de pensarlo me dan escalofríos.

Podría seguir y seguir pero en estos casos seria los mismo mal tratos a miniaturas cada vez mas raras, como el pobre Faramir en traje explorador de Gondor, o los Orcoz akorazados, y no tengo ganas de repetirme mas en este tema.

La cara que le metí a uno cunado me contó las "batallitas"

Todo esto que dicho en esta y la entrada anterior me a echo pensar, y a la pregunta de ¿por que? narices maltratan algo que todos sabemos que no es barato, en diversos casos son niños jóvenes por lo general mal criados y consentidos que no valoran nada lo que tienen, pero algunos de esos casos son simplemente escalofrinates y parece que no hay ningún motivo aparente, puede que mi mente más conservadora con lo que tiene (algunos dicen que es el mal del friki, las madres síndrome de Diógenes) y no puede llegar a alcanzar a comprender por que disfrutan haciendo el tonto de esa forma.

Solo me queda deciros conservad lo que tenéis y darle el valor que tiene, y sobretodo rescatad toda miniatura en peligro, sobretodo si son antiguas que tampoco alcanzo a comprender por que son tan odiadas...